"En aquel tiempo,
le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera
las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban.
Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse
a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos.
Les impuso las manos y se marchó de allí." (Mt
19, 13-15)
Jesús, no excluye
a nadie, en los planes de Dios no hay acepción de personas.
Todos somos miembros de la misma familia, (pequeños
y mayores),y, estamos llamados a construir una sociedad
más justa, a la vez que maduramos como personas.
En la Jornada que estos días
celebramos , "La Infancia Misionera", se pone
el centro en los niños y niñas, en su capacidad
de transmitir a otros aquello que sienten , aquello que
les cambia la vida al conocer a Jesús, a ese Dios
que les ama hasta dar la vida por ellos.
En un día así
no podemos olvidar a tantos niños perseguidos por
el hecho de ser cristianos, asesinados por creer en el Amor
de nuestro Padre Dios. No podemos olvidar a tantos niños
que nos recuerdan a aquel que nació en un humilde
portal hace más de dos mil años: ¿Cómo
nos ubicamos ante él?
Reflexionamos juntos.
En un tiempo como este "Dios
está con nosotros", ¿qué transmito
de ese Amor recibido? Los niños están llamados
a sentir y compartir ese Amor, pero ¿qué hacemos
los mayores para que ellos lo sientan?.....¿soy realmente
testigo del Amor de Dios?
«Y aquí tenéis la señal»:
encontraréis un niño. El Niño Jesús nacido en Belén, todo
niño que nace y crece en cualquier parte del mundo, es signo
diagnóstico, que nos permite comprobar el estado de salud
de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra nación.
De este diagnóstico franco
y honesto, puede brotar un estilo de vida nuevo, en el que
las relaciones no sean ya de conflicto, abuso, consumismo,
sino relaciones de fraternidad, de perdón y reconciliación,
de participación y de amor."
(Papa Francisco, 25 de
mayo de 2014, Homilía en Tierra Santa)
Oremos
Que seamos capaces de construir
un mundo más justo y honesto, donde el "otro"
no sea meramente el que veo al lado, o en los medios de
comunicación, sino alguien que me interpela porque
en él se encuentra mi Padre, mi Hermano, mi Familia.
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