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Infancia Misionera: Yo soy uno de ellos
2015
"Cada día te llamo Padre"

 

"!Abba, Padre! ¡Padre nuestro que estás en el cielo!

Padre y no juez; Padre y no Señor; Padre y no vengador de los pecados.

Padre, venimos hacia ti; hacia ti corremos con amor de hijos y la confianza que suscita en nosotros tu dulce nombre de Padre"

 

Palabras recogidas en el libro: La Oración de Mons. de Bresillac


"En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban. Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Les impuso las manos y se marchó de allí." (Mt 19, 13-15)

Jesús, no excluye a nadie, en los planes de Dios no hay acepción de personas. Todos somos miembros de la misma familia, (pequeños y mayores),y, estamos llamados a construir una sociedad más justa, a la vez que maduramos como personas.

En la Jornada que estos días celebramos , "La Infancia Misionera", se pone el centro en los niños y niñas, en su capacidad de transmitir a otros aquello que sienten , aquello que les cambia la vida al conocer a Jesús, a ese Dios que les ama hasta dar la vida por ellos.

En un día así no podemos olvidar a tantos niños perseguidos por el hecho de ser cristianos, asesinados por creer en el Amor de nuestro Padre Dios. No podemos olvidar a tantos niños que nos recuerdan a aquel que nació en un humilde portal hace más de dos mil años: ¿Cómo nos ubicamos ante él?

Reflexionamos juntos.

En un tiempo como este "Dios está con nosotros", ¿qué transmito de ese Amor recibido? Los niños están llamados a sentir y compartir ese Amor, pero ¿qué hacemos los mayores para que ellos lo sientan?.....¿soy realmente testigo del Amor de Dios?

«Y aquí tenéis la señal»: encontraréis un niño. El Niño Jesús nacido en Belén, todo niño que nace y crece en cualquier parte del mundo, es signo diagnóstico, que nos permite comprobar el estado de salud de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra nación.

De este diagnóstico franco y honesto, puede brotar un estilo de vida nuevo, en el que las relaciones no sean ya de conflicto, abuso, consumismo, sino relaciones de fraternidad, de perdón y reconciliación, de participación y de amor."

(Papa Francisco, 25 de mayo de 2014, Homilía en Tierra Santa)

Oremos

Que seamos capaces de construir un mundo más justo y honesto, donde el "otro" no sea meramente el que veo al lado, o en los medios de comunicación, sino alguien que me interpela porque en él se encuentra mi Padre, mi Hermano, mi Familia.

SMA